La lámina de oro se quiebra, otorgándola un abstracto anhelo de prisma con elementos ajenos. Los zafiros rompen el punto focal de la pieza a través de sus incrustaciones tanto dentro como, especialmente, en los bordes de la hoja dorada.
Los pequeños vástagos a modo de báculo, cuya voluta encierra la joya preciosa, traen lejanamente un perdido mundo visigodo.
Las piezas se realizan de forma artesanal en oro 18k, zafiros y brillantes.
Piezas numeradas. Edición limitada.