Cualquier elemento construible en medio de la naturaleza debe integrarse en su entorno inmediato, relacionarse de tal manera que se sienta como una prolongación de aquella. La escala de trabajo, en éste caso, es la antropométrica, la intrínseca al ser humano.
Se tallan distintos planos y espacios para permitir el paso de luz, un juego de sombras en la totalidad del elemento que sugieran distintas densidades, como en la naturaleza.
La delicadeza de la lluvia, su reflejo y huellas en la tierra, las flores y plantas que cambian de estado y color, se entretejen con los materiales.
Las piezas se realizan de forma artesanal en oro 18k.
Piezas numeradas. Edición limitada.